sábado, 25 de julio de 2009

ORACIÓN “CONCÉDEME PROSPERIDAD Y EXITO”

ORACIÓN “CONCÉDEME PROSPERIDAD Y EXITO”


O R A C I Ó N

Bendito sea el Señor, mi Roca, el que adiestra mis brazos para el combate y mis manos para la lucha. Él es mi bienhechor y mi fortaleza, mi baluarte y mi libertador; él es el escudo con que me resguardo, y el que somete los pueblos a mis pies. Señor, ¿qué es el hombre para que tú lo cuides, el ser humano, para que pienses en él? El hombre es semejante a un soplo, y sus días son como una sombra fugaz. Inclina tu cielo, Señor, y desciende; toca las montañas para que arrojen humo. Lanza un rayo y dispersa a tus enemigos, dispara tus flechas, y confúndelos. Extiende tu mano desde lo alto, y líbrame de las aguas caudalosas; sálvame del poder de los extranjeros, que dicen mentiras con la boca y tienen las manos llenas de traición. Dios mío, yo quiero cantarte un canto nuevo y tocar para ti con el arpa de diez cuerdas, porque tú das la victoria a los reyes y libras a David, tu servidor. Líbrame de la espada maligna, sálvame del poder de los extranjeros, qué dicen mentiras con la boca y tienen las manos llenas de traición. Amen y amen …(Fragmentos del salmo 144)


POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED SÁBADO 25 JULIO DE 2009.
http://inemegf.blogspot.com/2009/07/oracion-concedeme-prosperidad-y-exito.html#links

miércoles, 22 de julio de 2009

PARABOLA DE LOS TALENTOS ( MATEO 25: 14-30 )

Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre rico que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.

A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.

Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.

De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos.

Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.

Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.

Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: “Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.”

Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”

Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: “Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos.”

Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”

Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.

Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.”

Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?

Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses.

Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos.

Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera.” Allí habrá llanto y crujir de dientes.